La agencia de calificación de riesgos Moody's cree que las posibilidades de que el Estado español devuelva los 600.000 millones que debe han disminuido. La razón es la previsión de un bajo crecimiento para el próximo año y un incremento del paro por encima de lo previsto. Esta es la razón por la que, tal y como se esperaba, le han bajado de la máximacalificación de solvencia (AAA) un escalón (Aa1), siguiendo la decisión adoptada por sus homólogas Fitch y Standard&Poor's.
a rebaja de Moody's se produce tras la huelga general celebrada ayer con limitado éxito y cuyo principal objetivo era cambiar la política económica. Por lo tanto, se ha convertido en una advertencia ante cualquier tentación que pueda tener el presidente Rodríguez Zapatero de aflojar la mano en el ajuste presupuestario y dar un giro social. "Los problemas con los mercados aún no se han resuelto", afirma un destacado analista. La primera consecuencia de esta decisión de Moody's será un encarecimiento de los intereses que hay que pagar para convencer a los inversores para que la compren. De hecho, ayer el mercado ya se adelantó a la noticia y elevó el diferencial con el bono alemán a 190 puntos básicos. Esto significa que los intereses que paga España son un 1,9% más caros que Alemania.
En los Presupuestos Generales del Estado que la vicepresidenta Elena Salgado presentará hoy en el Congreso de los Diputados la partida que más crece es la de los intereses de la deuda que se elevan ya a casi 28.000, constituyendo uno de los principales gastos junto con el pago de las prestaciones por desempleo (30.000 millones).
El Gobierno ha recibido la noticia con disgusto. La vicepresidenta Salgado ha afirmado que no hay motivos de peso para tomar esta decisión, como dijo hace quince días tras un lapsus en la rueda de prensa del consejo de ministros. De hecho en las dos últimas semanas los gabinetes de estudios de BBVA y Funcas han corregido al alza sus previsiones de crecimiento del PIB porque consideran que la economía se va recuperando. El problema es que se confirma que será un crecimiento sin empleo. Este incremento del paro por encima de lo previsto tiene consecuencias devastadoras sobre el consumo y la morosidad de los bancos. A pesar de ello, "los indicadores adelantados", como se llaman en economía a los primeros datos sobre la evolución del crecimiento son positivos: los ingresos por IVA (que miden el consumo) han crecido, junto al consumo de gasolina, la inflación se normaliza, etc...
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